Dunas y Corrales

Es quizás, el ecosistema más espectacular de Doñana, por su dinámica, sus formas, sus texturas y sobretodo por su contraste de colores.

El ciclo de las dunas es muy sencillo, todo comienza cuando el mar, con las sucesivas mareas y el oleaje va depositando en la playa grandes cantidades de arena.

Posteriormente, el viento dominante del suroeste, llamado aquí “foreño”, empuja la arena lejos de la orilla, secándola y arrastrándola tierra adentro.

Estos granos de arena van uniéndose y montándose uno encima de otros para formar pequeñas montañitas de arena, son las dunas embrionarias. Sólo algunas plantas pioneras se atreven a vivir en esta zona, en especial el barrón (Ammophila arenaria) que se verá acompañado más adelante en su lucha por estabilizar las arenas por las clavellinas ( Armeria pungens) y las siemprevivas ( helichrysum pichardii) entre otras.

Las dunas embrionarias van creciendo por sucesivos aportes de arena e incluso pueden llegar a unirse y formar finalmente enormes trenes de dunas que van avanzando tierra adentro mientras la vegetación trata de colonizarla. Existe una planta que es capaz de sobrevivir al paso de las dunas, una planta que posee un sistema de raíces que les permite “cabalgar” las dunas y superarlas, son los llamados “testigos” del paso de una duna, los supervivientes, son los enebros (Juniperus oxycedrus subsp.macrocarpa).

Al paso de un tren de dunas queda al descubierto una superficie llana, húmeda y a refugio del viento que puede ser colonizada por plantas, esos valles entre dunas son los llamados corrales, que típicamente están formados por pinos más o menos jóvenes con el suelo tapizado de juncos. Cuando una duna va avanzando después de haber sepultado un corral, van apareciendo los esqueletos de los pinos que murieron a su paso, formados por el tronco y los nudos de las ramas más importantes, a esos troncos se les denomina en Doñana “cruces”.

La estructura de la vegetación de un corral delata su origen. Los pinos de un mismo corral más alejados de la costa serán algo menores que los que estén más próximos al mar, ya que la duna pasó por la zona en la que viven hace menos tiempo. También es cierto que, aunque lo pinos más cercanos a la costa son mayores porque han tenido más tiempo para crecer, deben afrontar antes que sus hermanos más pequeños la venida del siguiente frente de dunas desde el litoral.

Los corrales son húmedos, el agua está cerca, accesible, es un refugio verde para especies como águilas culebreras, alcotanes, jabalíes, liebres, tortugas moras, víboras hocicudas, culebras bastardas, conejos y ranitas meridionales.

¿Qué especies podemos encontrar en las dunas y corrales de Doñana?

FLORA

Camarina (Corema album)

Planta que ha colonizado la duna fósil de El Asperillo y cuyas bayas de color blanco solían utilizarse para bajar la fiebre

Clavellina (Armeria pungens)

Explosión de vida rosada en las playas de Doñana, aunque algunas de sus compañeras prefieren ambientes más hacia el interior.

Enebro costero (Juniperus oxycedrus subsp. Macrocarpa)

Podríamos decir que es un ser vivo que, pese a ser un vegetal, se mueve.

FAUNA

Tortuga mora (Testudo graeca)

A veces de los animales olvidados en este territorio y cuya presencia podemos apreciar casi a diario en las dunas móviles de Doñana.

Lagartija colirroja (Acanthodactylus erythrurus)

Es una especie de lagartija que habita las zonas secas de suelo arenoso y escasa vegetación. Llegan a medir hasta 23 cm. La parte inferior de la larga cola posee un color rojo vivo característico.

Víbora hocicuda (Vipera latastei)

Puede alcanzar los 70 cm de longitud. Es la víbora más frecuente en la Península Ibérica, abarcando todo el territorio a excepción del extremo norte y los Pirineos.

HITOS DESTACADOS EN DOÑANA

Cuando nos referimos a un lugar catalogado como Parque Nacional, tendremos a pensar que se trata de un enclave único y con un paisaje grandioso o espectacular, Doñana, acertaremos de lleno en lo primero, pero respecto a lo segundo tendremos que trabajar un poquito más para percibirlo. Su marca horizontalidad, su aridez en ciertos momentos del año y la monotonía aparente de sus paisajes, nos hace difícil percibir su belleza. Se diría que va mostrando sus encantos poco a poco y tan solo si uno se toma la molestia de ir desentrañando con cariño sus misterios y sus claves para ir lentamente captando como es este espacio natural y de qué forma fascinante se interrelacionan los seres vivos entre si y con su medio físico. Este es, unos de los principales atractivos de Doñana. Déjese atrapar por ellos y súmese a los innumerables viajeros que han quedado poseídos por su magia y por su original y genuina belleza. Sdad. Coop. And. Marismas del Rocío “Doñana Visitas” aspira a introducirle en el conocimiento de lo esencial para ayudarle a interpretar sus principales señas de identidad.

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Berrea

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Llegada de las aves invernantes a Doñana

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El amanecer de los ánsares

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Ya es primavera en las tierras de Doñana

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Paso del Abejaruco

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Romería de El Rocío

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Saca de las Yeguas

BERREA

Uno de los más hermoso espectáculos que se pueden contemplar en el Parque Nacional de Doñana “La berrea” tiene lugar a mediados o finales de agosto.

Cuando los grandes calores del mediodía van cediendo su paso a la brisa vespertina los ciervos van saliendo del monte cerrado hacia los claros y los pastizales de la vera.

Los machos proclaman a los cuatro vientos un poderío para reunir en torno en el los rebaños de hembras que guardaran celosamente su progenie hasta la primavera, en el que darán a la luz hermosos cervatillos.

Llegada de las aves invernantes a Doñana

A la espera de las tan deseadas lluvias que han inundar la marisma, reverdecer el bosque y saciar la sed a la vida.

Las aves dependen totalmente del grado de inundación de esta gran llanura aluvial, para poder intentar la cría y después tener éxito de la misma, la magnitud de dicha migración hace que cada invierno se contabilice más de 200.000 aves de paso en la zona.

El amanecer de los ánsares

Los gansos llegan a las marismas de Doñana en época invernal, cuando el frio del norte de Europa congela los campos en los que se alimentan. Persiguen el suave clima de invierno de las marismas onubenses.

Los gansos se alimentan de una raíz llamada castañuela que crece bajo las aguas de la marisma pero es una raíz muy dura para ser digerida. Por ello los ánsares tragan arena antes de comerlas, para que les sirva como de lija en la molleja y le facilite la digestión.

¡Entonces cuándo empieza el espectáculo! El alba les indica que tienen que levantar el vuelo hasta el cerro que lleva su nombre.

Ya es primavera en las tierras de Doñana

La primavera es ese momento en el que todo cobra vida nuevamente, los días se hacen más largos, las temperaturas comienza a suavizarse, los animales despierta de meses de letargo, las flores inunda paisajes de brillantes colores y los sonidos de la naturaleza no tienen donde ocultarse.

En la marisma gruñen los calamones, por detrás, grita un zampullín chico y en aguas más abiertas trompetea una focha. Arriba, trazando círculos, un buitrón pespuntea la escena con sus reclamos, agudos como alfilerazos.

Se quejan los flamencos, relinches de los milanos negros y los ladridos ásperos de las águilas imperiales sobrevuelan la copa de los pinos.

Paso del Abejaruco

A partir de finales de marzo o principios de abril, pasan en grupos de 25-30 raramente se le ve viajando en solitario su inconfundible canto no pasa nunca desapercibido para los que los conocemos y nos anima a levantar la vista al cielo.

El abejaruco es sin duda uno de los pájaros más vistosos de nuestras latitudes, fotógrafos y observadores de aves disfrutamos de ellos cada año.

Romería del Rocío

Cada año, el fin de semana del domingo de pentecostés, la aldea del Rocío es visitada por una ingente multitud de peregrinos que, tras recorrer a pie, a caballo o en carretas el camino, llegan con su hermandad para rendir culto a la virgen del Rocío. El culmen de la celebración se produce en la noche del domingo al lunes, momento que se produce “el salto a la reja”.

La aldea del el Rocío es la joya más compartida de Doñana, el lugar donde se remansan las aguas de las marismas y los aires de viejo territorio que fue asiento del mar.

Saca de las Yeguas

Una tradición cuya regulación se remonta a la ordenanza promulgada en 1504 por el Duque de Medina Sidonia y que la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño ha conservado hasta la actualidad.

La Saca de las Yeguas es, a grandes rasgos, una faena ganadera que consiste en recoger el ganado caballar de raza marismeña que ha permanecido durante todo el año pastando y reproduciéndose en distintos enclaves del Espacio Natural de Doñana para llevarlo a Almonte, donde en los tres días sucesivos se celebra el Certamen Ganadero.

Allí, en el recinto Huerta de la Cañada, los yegüerizos realizan el resto de faenas ganaderas encaminadas a mejorar el bienestar de estos valiosos animales, únicos y característicos del ecosistema de marismas de Doñana y en peligro de extinción. Una vez finalizada la feria, los animales son devueltos a su entorno donde permanecerán en libertad el siguiente año.